Dancing Mood en el Konex: ¿Quién dijo que los domingos son aburridos? (17/02/2019)

Si pensamos en una de esas "fechas ideales", esas en las que, si pudiéramos, elegiríamos lugar y banda, Dancing Mood en el Ciudad Cultural Konex estaría en el podio de un ranking imaginario. Y es que Dancing de por sí, es una garantía de calidad y diversión. A su vez, el Konex es uno de los recintos porteños que mejor acompañanan la fiesta que siempre propone la banda. En este caso, la cita fue el domingo 17 en el Patio del mismo.
El grupo liderado por Hugo Lobo venía de una seguidilla de shows, con un cierre de 2018 y un comienzo de 2019 con varios conciertos sobre sus hombros. Despidieron el año pasado con dos recitales repletos en el Konex, además de acompañar como teloneros a Damas Gratis, en su incursión por el mítico Gran Rex. Pero este nuevo año los encontró con una agenda cargada: Concepción del Uruguay ('Fiesta Nacional de La Playa'), Tandil ('Tandilia Rock Festival', junto a Los Pericos y Nonpalidece), Cosquín Rock, Mar del Plata (también junto a Nonpa). Y es que su último trabajo, "On the Good Road", ya se metió en el corazón de todos los fieles seguidores (de esos que los siguen hace años), y, como suele pasar con el público de Dancing en general, sigue atrayendo cada vez a más gente.
La mayor sorpresa nos la llevamos cuando ingresamos. La buena vibra que caracteriza al público estaba intacta. Pero esta vez desde el Konex se coparon fiero, y pusieron algunas hamacas paraguayas para ameritar la espera del show. Debajo de las escaleras que se ubican en el centro del Patio, se podía ver un arenero, con mesas y reposeras.
El combo estaba completo. Ahora, sólo faltaba lo mejor... Dancing Mood. La manija aumentó cuando el mismísimo Hugo pasó caminando (saludando a todo aquél que se le acercaba) entre la multitud, que cada vez era más.
Como una vieja fórmula que nunca falla, Hugo Lobo y los suyos hicieron que todos reposemos los ojos en el escenario. Con las luces y el estilo de siempre, clásicos como "Non Stop" o "Dancing Mood Style" hacían llenar de "oh oh oh" las bocas de todos los presentes. Para ese entonces, se pudo ver el ingreso de esos que siempre esperan para entrar hasta el último minuto, la última cerveza. Al pasar los temas el Konex se fue llenando casi en un 100%.
Como siempre, un público variado, repleto de juventud, donde todos y todas disfrutan, bailan, corean, saltan, hacen pogo y (¿por qué no?) se toman unos tragos. "Ska Explosion" y "The Chicken" se conviertieron en una de las más festejadas. La noche caía y todo era fiesta. Porque de eso se trata Dancing Mood. Pero no solamente se trata de pasarla bien. El espíritu de los Skatalites, Charlie Parker y otros gigantes del género, está presente. Dancing es un producto nuestro, bien argento. Pero con una calidad y mística digna de los grandes del ska, reggae y el soul internacional. Con la trompeta de Hugo como estandárte, cada presentación de la banda es una celebración. Y eso lo entienden todos, el grupo y el público, desde el minuto 1.
Con 19 años de trayectoria y 10 trabajos de estudio editados, ya están afianzados como un ícono nacional. Capaces de compartir escenario con bandas de rock, reggae, cumbia, y poder ganarse al público de cada estilo musical es una medalla que pocas bandas de nuestro país serán capaces de colgarse. El sonido cada vez es más sólido. Cada integrante tiene su momento para lucirse y la monada también valora eso. Por eso luego de cada solo, automáticamente seguía una ovación. Los fanáticos también hicieron lo suyo: coreos, lluvia y "guerra" de globos, sumado al ya clásico "No no no me pises las flores, no no no me las pises más", un hit del público 'dancinguero'.
"20 Minutes To Go", "Police Woman", "Africa", "September", fueron sinónimo de alegría. Con la lluvia de globos que inundaba a la masa, se pudo ver a un Hugo sonriente, con su musculosa blanca y negra, su gorrita y sus lentes. Siempre sonriente. Y tengamos en cuenta que además de ser un excelente trompetista, la dirección artística (y musical) de la banda (que él fundó), está a cargo de él... él y su creatividad, ya sea para componer o hacer nuevos arreglos para clásicos de otros artistas. ¿Cómo puede un show 100% instrumental tener una propuesta tan atractiva? ¿Por qué no pasa de moda ir a ver a Dancing? Tras 12 discos editados (en total), siguen logrando un sonido repleto de calidad. Sólo ellos tienen la fórmula... esa que siempre parece funcionarles.
Esta jornada, como la mayoría de Dancing Mood en el Konex, podría calificarse con un 10. Solamente tenemos un deseo... y es que nunca dejen de tocar. Con la humildad y el profesionalismo al que nos tienen acostumbrados.
Agradecimiento especial: Marco Rc